Análisis Bíblico
10 de mayo de 2025
Efesios 5

Efesios 5

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Capítulo Completo

1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;

4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

7 No seáis, pues, partícipes con ellos.

8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz

9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),

10 comprobando lo que es agradable al Señor.

11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;

12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.

14 Por lo cual dice:

15 Despiértate, tú que duermes,

16 Y levántate de los muertos,

17 Y te alumbrará Cristo.

18 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,

19 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

20 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

21 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

22 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;

23 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

24 Someteos unos a otros en el temor de Dios.

25 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;

26 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

27 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

28 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

29 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

30 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

31 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

32 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,

33 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

34 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

35 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

36 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

Dios llama a sus hijos a imitarle viviendo en amor sacrificial como Cristo, apartados del pecado, llenos de Espíritu y en sumisión mutua como reflejo del vínculo Cristo-iglesia

Contexto hermenéutico

Escrito por Pablo en Corinto alrededor del 60 dC a la iglesia de Éfeso influenciada por moral grecorromana y prácticas idólatras, utiliza lenguaje de luz y tinieblas y metáforas nupciales para reforzar la identidad cristiana y los roles en comunidad

Síntesis bíblica

El capítulo llama a la vida en luz mediante amor sacrificial, pureza moral y sumisión mutua reflejando la relación Cristo-iglesia y guía práctica para comunidad y familia

Interpretación

Este capítulo de Efesios nos invita a imitar a Dios y a vivir en amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Nos recuerda que debemos alejarnos de comportamientos que no son apropiados para los hijos de Dios, como la inmoralidad o la avaricia. En cambio, debemos vivir como hijos de luz, actuando con bondad y justicia. También nos aconseja sobre cómo relacionarnos en el ámbito familiar, subrayando la importancia del amor y el respeto mutuo entre esposos. En esencia, se nos llama a vivir vidas que reflejen el amor de Cristo en nuestras acciones diarias y en nuestras relaciones.

Significados

  • Imitación de Dios: El llamado a ser imitadores de Dios resalta la relación íntima que los creyentes deben tener con su Creador. Al ser llamados "hijos amados", se enfatiza la dignidad que tenemos como miembros de la familia de Dios.
  • Andar en amor: El amor es el principio central del cristianismo. Cristo se entregó como sacrificio por nosotros, y este acto de amor debe ser nuestro modelo.
  • Advertencias sobre el pecado: El capítulo advierte contra la fornicación, la avaricia y otras conductas inmorales. Estas prácticas son vistas como idólatras, lo que significa que desvían nuestra devoción de Dios.
  • La luz y las tinieblas: Se nos recuerda que antes estábamos en tinieblas, pero ahora somos luz en el Señor. Esto implica una transformación y un nuevo estilo de vida que debe ser evidente en nuestras acciones.
  • Sabiduría en la vida diaria: Se nos anima a ser sabios y a aprovechar el tiempo, señalando que los días son malos. Esto subraya la necesidad de discernimiento y de vivir con propósito.
  • Relaciones familiares: El capítulo también aborda la dinámica entre esposos y esposas, subrayando la importancia del amor sacrificial y el respeto mutuo. La relación entre Cristo y la iglesia se utiliza como modelo para el matrimonio, donde ambos deben reflejar amor y compromiso.

Aplicación a la vida diaria

  • Imitar a Dios: En tu día a día, busca oportunidades para mostrar amor y bondad a los que te rodean. Esto puede ser tan simple como ayudar a un vecino o ser amable con un compañero de trabajo.
  • Alejarse del pecado: Reflexiona sobre tus acciones y decisiones. Pregúntate si hay comportamientos en tu vida que necesiten ser cambiados. Si te das cuenta de que hay algo que no está bien, busca ayuda y apoyo para superarlo.
  • Ser luz en la oscuridad: Intenta ser un ejemplo positivo en tu entorno. Esto puede incluir hablar de manera positiva de los demás o actuar con integridad, incluso cuando nadie está mirando.
  • Aprovechar el tiempo: Haz un esfuerzo consciente por organizar tu tiempo de manera que incluya actividades que te acerquen a Dios y a los demás. Esto puede incluir dedicar tiempo a la oración, la lectura de la Biblia o el servicio a la comunidad.
  • Fomentar relaciones sanas: En tus relaciones familiares, practica el amor y el respeto. Esto se puede manifestar en escuchar a tu pareja, ser paciente con tus hijos y fomentar un ambiente de apoyo en el hogar.
  • Cultivar un espíritu de alabanza: Llena tu vida de música que eleve tu espíritu. Canta canciones que te inspiren y te acerquen a Dios, y no olvides dar gracias en cada situación, ya sea buena o mala.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    Andad en amor

  • 2

    El fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad

  • 3

    Maridos, amad a vuestras mujeres

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Cómo puedo imitar a Dios en mi vida diaria?

  2. 2

    ¿Qué significa andar en amor en mis relaciones?

  3. 3

    ¿De qué manera puedo ser luz en mi entorno?

Palabras clave:

imitadores amor santidad sujeción

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