Análisis Bíblico
21 de septiembre de 2025
Marcos 15

Marcos 15

Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

Capítulo Completo

1 Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato.

2 Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: Tú lo dices.

3 Y los principales sacerdotes le acusaban mucho.

4 Otra vez le preguntó Pilato, diciendo: ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan.

5 Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba.

6 Ahora bien, en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen.

7 Y había uno que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían cometido homicidio en una revuelta.

8 Y viniendo la multitud, comenzó a pedir que hiciese como siempre les había hecho.

9 Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?

10 Porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes.

11 Mas los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltase más bien a Barrabás.

12 Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos?

13 Y ellos volvieron a dar voces: ¡Crucifícale!

14 Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aun más: ¡Crucifícale!

15 Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado.

16 Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y convocaron a toda la compañía.

17 Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una corona tejida de espinas,

18 comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los judíos!

19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos de rodillas le hacían reverencias.

20 Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle.

21 Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz.

22 Y le llevaron a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: Lugar de la Calavera.

23 Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó.

24 Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.

25 Era la hora tercera cuando le crucificaron.

26 Y el título escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDÍOS.

27 Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha, y el otro a su izquierda.

28 Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los inicuos.

29 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas,

30 sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz.

31 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciendo, se decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar.

32 El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le injuriaban.

33 Cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

34 Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

35 Y algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías.

36 Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a bajarle.

37 Mas Jesús, dando una gran voz, expiró.

38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

40 También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé,

41 quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

42 Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo,

43 José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús.

44 Pilato se sorprendió de que ya hubiese muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si ya estaba muerto.

45 E informado por el centurión, dio el cuerpo a José,

46 el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

47 Y María Magdalena y María madre de José miraban dónde lo ponían.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

La entrega voluntaria de Cristo como Rey sacrificial revela la obediencia divina expiación de pecados y el cumplimiento del plan de redención a través de su muerte vicaria

Contexto hermenéutico

Marcos presenta la Pasión como un drama teológico y político en un contexto judío y romano del primer siglo usando el estilo inmediato y dramático para mostrar la realeza sufriente de Jesús mientras critica la injusticia religiosa y el poder imperial

Síntesis bíblica

Jesús es injustamente condenado y crucificado como Rey de los judíos cumpliendo profecías y sellando el nuevo pacto con su muerte y sepultura, preludio de su resurrección

Interpretación

En este capítulo de Marcos, se narra el juicio, la crucifixión y la muerte de Jesús. A primera hora, los líderes religiosos lo llevan ante Pilato, quien le pregunta sobre su identidad como Rey de los judíos. A pesar de las acusaciones, Jesús permanece en silencio, lo que sorprende a Pilato. La multitud, influenciada por los líderes religiosos, pide la liberación de Barrabás, un criminal, en lugar de Jesús. Finalmente, Pilato cede ante la presión y entrega a Jesús para ser crucificado. A lo largo de su sufrimiento, Jesús es ridiculizado y finalmente muere en la cruz. Este capítulo refleja el sacrificio y la injusticia que enfrentó Jesús, simbolizando su amor y entrega por la humanidad.

Significados

  • Juicio de Jesús: Este capítulo resalta la traición y la injusticia que Jesús sufrió a manos de aquellos que deberían haberlo reconocido como el Mesías. Los líderes religiosos, movidos por la envidia, manipulan a la multitud para que pidan la crucifixión.
  • Barrabás vs. Jesús: La elección de Barrabás sobre Jesús simboliza la preferencia de la humanidad por la violencia y el pecado sobre la verdad y la justicia. Barrabás, un criminal, representa lo que el mundo a menudo elige en lugar de lo divino.
  • Sufrimiento de Jesús: La crucifixión es el punto culminante del sufrimiento de Jesús, quien soporta burlas y humillaciones. Esto se cumple con las profecías del Antiguo Testamento, mostrando que su muerte no es un accidente, sino parte del plan divino.
  • La muerte de Jesús: Su última exclamación "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" refleja la profunda angustia y el sentimiento de abandono que experimenta. Esto resuena con los sentimientos humanos de desamparo y dolor.
  • El velo rasgado: Este evento simboliza el acceso directo a Dios que se otorga a través de la muerte de Jesús. El sacrificio de Jesús abre el camino para la reconciliación entre la humanidad y Dios.
  • La respuesta del centurión: La declaración del centurión, "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios", muestra que incluso en su muerte, la verdad de la divinidad de Jesús es reconocida, lo que subraya la importancia de su sacrificio.

Aplicación a la vida diaria

  • Reflexionar sobre la justicia: En nuestra vida diaria, es importante cuestionar nuestras decisiones y el trato hacia los demás, así como Pilato. Pregúntate si tus acciones están alineadas con la justicia y la verdad o si sigues la corriente de la presión social.
  • Elegir el amor sobre la violencia: Al igual que la multitud eligió a Barrabás, a menudo enfrentamos decisiones que pueden inclinarse hacia el odio o el amor. Practica el amor y la compasión en tus interacciones cotidianas, eligiendo la paz en lugar del conflicto.
  • Aceptar el sufrimiento: El sufrimiento es parte de la experiencia humana. Cuando enfrentas dificultades, recuerda que Jesús también sufrió y se sintió solo. Busca en esos momentos la fuerza en la fe y el apoyo de tu comunidad.
  • Cultivar la fe: La respuesta del centurión nos enseña a reconocer la divinidad de Jesús incluso en los momentos oscuros. Mantén tu fe viva, incluso cuando enfrentes dudas o desafíos; busca momentos de oración y reflexión que fortalezcan tu conexión con Dios.
  • Acceso a Dios: El rasgarse del velo nos recuerda que podemos acercarnos a Dios en cualquier momento. No necesitas intermediarios; busca a Dios en tu vida diaria, a través de la oración y la meditación, y experimenta la paz que viene de esa relación.
  • Recordar el sacrificio: Haz un esfuerzo consciente por recordar el sacrificio de Jesús, no solo como un evento histórico, sino como un acto de amor que te invita a vivir de manera más compasiva y generosa. Comparte amor y bondad con quienes te rodean, reflejando el amor que Jesús mostró.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    ¿Eres tú el Rey de los judíos?

  • 2

    Crucifícale!

  • 3

    Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Qué significa para mí el sacrificio de Jesús?

  2. 2

    ¿Cómo respondo a la entrega de Jesús por mis pecados?

Palabras clave:

crucifixión sacrificio profecía redención

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