Análisis Bíblico
10 de mayo de 2025
Mateo 13

Mateo 13

El que tiene oídos para oír, oiga.

Capítulo Completo

1 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar.

2 Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.

3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.

4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.

5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;

6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.

7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.

8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.

9 El que tiene oídos para oír, oiga.

10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.

12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:

15 De oído oiréis, y no entenderéis;

16 Y viendo veréis, y no percibiréis.

17 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,

18 Y con los oídos oyen pesadamente,

19 Y han cerrado sus ojos;

20 Para que no vean con los ojos,

21 Y oigan con los oídos,

22 Y con el corazón entiendan,

23 Y se conviertan,

24 Y yo los sane.

25 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

26 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

27 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:

28 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

29 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;

30 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.

31 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

32 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

33 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;

34 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

35 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.

36 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

37 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?

38 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.

39 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

40 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;

41 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

42 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.

43 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba;

44 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:

45 Abriré en parábolas mi boca;

46 Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

47 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

48 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.

49 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.

50 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.

51 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.

52 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,

53 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

54 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

55 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

56 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,

57 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

58 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;

59 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.

60 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,

61 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

62 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.

63 El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

64 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.

65 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?

66 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?

67 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?

68 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.

69 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

En Mateo 13 se muestra la soberanía de Dios al sembrar su palabra generando crecimiento espiritual y revelando su juicio final según la respuesta del corazón

Contexto hermenéutico

El evangelio de Mateo escrito para judios evangelizados en el primer siglo combina narracion evangelica y interpretacion del Antiguo Testamento al usar parablas para revelar el carácter del reino en un contexto de tension con lideres religiosos y esperanza de restauracion porque emplea simbolismo agricola comun en la cultura de Palestina

Síntesis bíblica

Mateo 13 presenta el reino de Dios como semilla que germina y crece entre desafios hasta la cosecha final donde se separan justos e injustos y se revela la sabiduria de Jesus

Interpretación

En el capítulo 13 de Mateo, Jesús utiliza parábolas para enseñar sobre el Reino de los Cielos. Comienza con la parábola del sembrador, donde la semilla representa la palabra de Dios y el tipo de tierra representa la receptividad de los corazones. Luego, relata la parábola de la cizaña, que muestra cómo el bien y el mal coexisten hasta el final. También habla sobre el crecimiento del Reino, comparándolo con una semilla de mostaza y la levadura, y concluye con la separación de los justos y los malos. A través de estas historias, Jesús invita a la reflexión y a la comprensión de la importancia de estar atentos a su mensaje.

Significados

  • La parábola del sembrador ilustra cómo la palabra de Dios impacta a diferentes personas de diversas maneras, dependiendo de su disposición interna.
    • Junto al camino: Representa a quienes oyen la palabra pero no la entienden, permitiendo que el enemigo la arrebate.
    • En pedregales: Aquellos que la reciben con alegría, pero sin profundidad, y se desvanecen ante las dificultades.
    • Entre espinos: Refleja a quienes son ahogados por las preocupaciones mundanas y el deseo de riquezas.
    • Buena tierra: Son quienes entienden y producen fruto.
  • La parábola de la cizaña muestra que el mal (cizaña) y el bien (trigo) están presentes en el mundo y que será al final, en el juicio, cuando se separen definitivamente.
  • Las comparaciones del Reino con la semilla de mostaza y la levadura enfatizan que a pesar de su inicio pequeño, el Reino crecerá y tendrá un gran impacto en el mundo.
  • Este capítulo también revela la dificultad de algunos para aceptar el mensaje de Dios, lo que refleja la profecía de Isaías sobre la ceguera espiritual.
  • En su regreso a Nazaret, Jesús enfrenta la incredulidad de su propia gente, mostrando que el rechazo puede ser un obstáculo para recibir milagros y enseñanzas profundas.

Aplicación a la vida diaria

  • Reflexiona sobre qué tipo de "tierra" eres tú. ¿Eres receptivo a la palabra de Dios o te distraen otras cosas? Considera pasar tiempo en oración y meditación para cultivar un corazón dispuesto.
  • Piensa en las parábolas como una guía para la vida. ¿Qué áreas de tu vida necesitan más atención y cuidado, como la buena tierra? Busca apoyo en tu comunidad para crecer en fe.
  • Al enfrentar dificultades, recuerda la parábola del sembrador en pedregales. La fe puede ser probada, pero es esencial buscar raíces profundas a través de la oración y el estudio de la Biblia.
  • Sé consciente de las "cizañas" en tu vida que pueden estar ahogando tu crecimiento espiritual, como preocupaciones o afán por las riquezas. Establece prioridades que reflejen tus valores y fe.
  • La parábola del tesoro escondido nos enseña que el Reino de los Cielos es valioso. Pregúntate: ¿Estás dispuesto a renunciar a lo que sea necesario para seguir a Cristo? La fe puede requerir sacrificios, pero el gozo que trae es incomparable.
  • Comparte el mensaje del Reino con otros, siendo un ejemplo de cómo vivir en fe y amor. Recuerda que la vida cristiana también implica ser luz en medio de la oscuridad.
  • Finalmente, no olvides que la incredulidad puede limitar lo que Dios puede hacer en tu vida. Mantén una actitud abierta y busca siempre conocer más de Él, confiando en su poder y sabiduría.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    El sembrador salió a sembrar.

  • 2

    El que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra.

  • 3

    El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido.

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Qué tipo de tierra representa mi corazón?

  2. 2

    ¿Cómo respondo a la palabra de Dios en mi vida?

Palabras clave:

semilla cizaña tesoro perlas

© 2025 Zarza Ardiente | Documento generado para uso personal y estudio

ZarzaArdiente.com