Análisis Bíblico
10 de mayo de 2025
Mateo 24

Mateo 24

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Capítulo Completo

1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.

2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte,

4 diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

5 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

6 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

7 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

9 Y todo esto será principio de dolores.

10 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.

11 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.

12 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;

13 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

14 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

15 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

16 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),

17 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.

18 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;

19 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.

20 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!

21 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;

22 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.

23 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

24 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.

25 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

26 Ya os lo he dicho antes.

27 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.

28 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

29 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

30 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

31 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

32 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

33 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

34 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.

35 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

36 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

37 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

38 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

39 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,

40 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

41 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.

42 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.

43 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

44 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

45 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

46 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?

47 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

48 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.

49 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;

50 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,

51 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,

52 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

Dios advierte sobre la inminencia del juicio final, la necesidad de perseverancia, y la importancia de la vigilancia espiritual. Su soberanía se manifiesta en el control de la historia y el tiempo, a pesar de la incredulidad humana.

Contexto hermenéutico

Escrito por Mateo para una audiencia judía en un contexto de creciente tensión política y religiosa bajo el Imperio Romano. La destrucción del Templo en Jerusalén (70 d.C.) ofrece un horizonte interpretativo, aunque la venida de Cristo también tiene un aspecto escatológico más amplio. El estilo es profético y apocalíptico.

Síntesis bíblica

Mateo 24 presenta una advertencia urgente sobre la necesidad de estar preparados para la segunda venida de Cristo, destacando la inevitabilidad del juicio y la importancia de la fidelidad. Se conecta con las profecías del Antiguo Testamento sobre el fin de los tiempos y el establecimiento del reino de Dios.

Interpretación

En este capítulo, Jesús habla sobre el futuro y las señales que precederán su regreso. Los discípulos, preocupados por la destrucción del templo y el fin del mundo, le preguntan a Jesús cuándo ocurrirán estos eventos. Él les advierte sobre engaños, guerras y tribulaciones que vendrán, pero también les asegura que aquellos que perseveren serán salvos. Les enseña a estar atentos y preparados, ya que la venida del Hijo del Hombre será repentina, como un ladrón en la noche. Este mensaje es una invitación a vivir con fe y vigilancia.

Significados

  • Contexto histórico:

    • El templo de Jerusalén era considerado el centro de la vida religiosa judía. La predicción de su destrucción se cumplió en el año 70 d.C., cuando los romanos destruyeron la ciudad.
    • Los discípulos vivían en tiempos de tensiones políticas y conflictos, lo que hace que las advertencias de Jesús sean aún más significativas.
  • Teología:

    • Engaño y tribulación: Jesús advierte sobre los falsos profetas y el aumento de la maldad, lo que refleja la lucha entre el bien y el mal en el mundo.
    • La perseverancia: La salvación está prometida a aquellos que mantengan su fe a pesar de las adversidades.
    • La venida del Hijo del Hombre: Se refiere al regreso de Cristo, que será evidente y poderoso, y sobre el cual nadie puede predecir el momento exacto.
  • Parábola de la higuera:

    • Esta parábola ilustra cómo se pueden reconocer las señales del tiempo, sugiriendo que hay señales que indican la cercanía del regreso de Cristo.
  • La importancia de la vigilancia:

    • La comparación con los días de Noé enfatiza la necesidad de estar preparados, ya que muchos no estarán alertas cuando llegue el momento decisivo.

Aplicación a la vida diaria

  • Vigilancia y preparación:

    • Mantenerse alerta en la vida cotidiana es fundamental. Esto puede ser tan simple como cuidar nuestras relaciones, ser honestos y actuar con bondad hacia los demás.
  • Resistir el engaño:

    • Hoy en día, hay muchas voces que pueden distraernos de nuestra fe. Es importante discernir lo que es verdadero y lo que no, a través del estudio de las Escrituras y la oración.
  • Perseverancia en tiempos difíciles:

    • Si enfrentas dificultades en tu vida, recuerda que la perseverancia es clave. La fe puede ser un refugio en tiempos de angustia. Busca apoyo en tu comunidad y mantén la esperanza.
  • Actos de amor:

    • En medio de la maldad, podemos ser portadores del amor de Cristo. Realiza actos de bondad desinteresada, ayuda a los necesitados y comparte la esperanza con aquellos que te rodean.
  • Reflexiona sobre tu vida:

    • Pregúntate si estás viviendo de acuerdo con tus valores y creencias. Haz cambios si es necesario para que, cuando llegue el momento, puedas estar en paz con tu vida y tus acciones.
  • Preparación espiritual:

    • Dedica tiempo a la oración y a la meditación. Esto te ayudará a estar más en sintonía con la guía de Dios y a mantener tu corazón abierto a su voluntad.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    No quedará aquí piedra sobre piedra.

  • 2

    El que persevere hasta el fin, éste será salvo.

  • 3

    Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Cómo puedo estar preparado para la venida del Hijo del Hombre?

  2. 2

    ¿Qué significa para mí perseverar en la fe?

Palabras clave:

tribulación engaño preparados venida

© 2025 Zarza Ardiente | Documento generado para uso personal y estudio

ZarzaArdiente.com