Análisis Bíblico
10 de mayo de 2025
Mateo 27

Mateo 27

Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

Capítulo Completo

1 Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.

2 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.

3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,

4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!

5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.

6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.

7 Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.

8 Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.

9 Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;

10 y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.

11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.

12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió.

13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?

14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.

15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.

16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.

17 Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?

18 Porque sabía que por envidia le habían entregado.

19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.

20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.

21 Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.

22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!

23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!

24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.

25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.

27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;

28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,

29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!

30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.

31 Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

32 Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz.

33 Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera,

34 le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.

35 Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

36 Y sentados le guardaban allí.

37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.

38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,

40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.

41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:

42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.

43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.

44 Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.

45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.

48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber.

49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.

51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;

52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;

53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.

55 Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,

56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

57 Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.

58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.

59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,

60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.

61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

62 Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato,

63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.

64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

65 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.

66 Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

La justicia de Dios se manifiesta en el juicio de Jesús, un inocente que sufre por la maldad humana. Su muerte expía el pecado y su resurrección, implícita en el capítulo, es la esperanza de salvación. Dios demuestra su soberanía, aun en medio del sufrimiento injusto.

Contexto hermenéutico

Mateo escribe para un público judío en un contexto romano, mostrando la tensión entre las autoridades religiosas judías y el poder romano. Describe la traición, el juicio injusto y la crucifixión de Jesús, utilizando lenguaje narrativo y cumpliendo profecías del Antiguo Testamento. El capítulo destaca los motivos políticos y religiosos detrás de la condena de Jesús.

Síntesis bíblica

Mateo 27 narra el cumplimiento de las profecías sobre el sufrimiento del Mesías. Describe la traición, el juicio y la crucifixión de Jesús, enfatizando su inocencia y la culpa de los líderes judíos y el pueblo. Prepara el escenario para la resurrección y la victoria final de Cristo sobre el pecado y la muerte.

Interpretación

El capítulo 27 de Mateo narra los eventos que rodean el juicio, crucifixión y muerte de Jesús. Comienza con la traición de Judas, quien, lleno de arrepentimiento, intenta devolver el dinero que recibió por entregar a Jesús. A pesar de las acusaciones en su contra, Jesús permanece en silencio ante Pilato, quien se encuentra atrapado entre la presión del pueblo y su propia conciencia. Finalmente, elige liberar a Barrabás, un criminal, y condena a Jesús a muerte. La crucifixión es un momento de gran sufrimiento y burla para Jesús, culminando con su muerte y eventos sobrenaturales que ocurren al momento de su fallecimiento. Es un relato intenso que refleja el rechazo a la verdad y la injusticia que sufrió el Mesías.

Significados

  • Contexto histórico: Este capítulo se sitúa en el contexto de la Pascua judía, una festividad que conmemora la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto. La tensión entre los líderes religiosos judíos y Jesús, quien desafiaba sus enseñanzas y autoridad, había ido en aumento.
  • Traición y arrepentimiento: Judas Iscariote, uno de los discípulos de Jesús, lo traiciona por treinta piezas de plata. Su arrepentimiento demuestra la lucha interna entre el bien y el mal, y el costo de la traición. Este acto de arrepentimiento, aunque tardío, revela la gravedad de sus acciones.
  • Injusticia del juicio: Pilato, el gobernador romano, representa la figura del poder que cede ante la presión popular. A pesar de reconocer la inocencia de Jesús, se deja influenciar por la multitud, mostrando cómo a veces la verdad es sacrificada por el miedo o la conveniencia.
  • Crucifixión: La crucifixión de Jesús no solo es un acto de tortura, sino que también simboliza el sacrificio por la humanidad. Su silencio ante las acusaciones es un testimonio de su misión redentora. La burla que recibe de los soldados y el pueblo refleja la incomprensión de su verdadera naturaleza como el Mesías.
  • Eventos sobrenaturales: La oscuridad en la tierra y el rasgado del velo del templo al morir Jesús son señales del impacto cósmico de su sacrificio. Indican que su muerte tiene un significado profundo para la humanidad, abriendo el acceso a Dios.

Aplicación a la vida diaria

  • Reflexionar sobre la traición: Al igual que Judas, todos enfrentamos decisiones que pueden llevarnos a traicionar nuestros principios o a aquellos que amamos. Es importante reflexionar sobre nuestras acciones y buscar el arrepentimiento sincero cuando nos desviamos del camino correcto.
  • Valorar la verdad: En un mundo donde las opiniones a menudo superan a la verdad, es crucial mantenernos firmes en lo que creemos que es correcto, incluso cuando enfrentamos presión social. Preguntémonos: ¿Estamos dispuestos a defender la verdad como lo hizo Jesús, incluso cuando es difícil?
  • La importancia del silencio: A veces, en lugar de responder a la crítica o la burla, puede ser más sabio permanecer en silencio. Esto no significa ignorar las injusticias, sino elegir cuándo y cómo hablar. Aprendamos a discernir esos momentos en nuestra vida diaria.
  • El sacrificio de Jesús: Recordemos que su sacrificio fue por amor. En nuestras vidas, podemos hacer sacrificios por los demás, ya sea ofreciendo tiempo, recursos o apoyo emocional. Esto puede ser tan simple como ayudar a un vecino o dedicar tiempo a escuchar a un amigo.
  • La esperanza en la adversidad: La muerte de Jesús fue seguida por su resurrección. Esto nos enseña que incluso en los momentos más oscuros, hay esperanza. En nuestras propias luchas, recordemos que la perseverancia y la fe pueden llevarnos a resultados que no podemos ver en el momento.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    Yo he pecado entregando sangre inocente.

  • 2

    Inocente soy yo de la sangre de este justo.

  • 3

    Elí, Elí, ¿lama sabactani?

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Qué significa la responsabilidad colectiva en nuestra fe?

  2. 2

    ¿Cómo respondemos al sacrificio de Jesús en nuestras vidas?

Palabras clave:

traición crucifixión sacrificio profecía

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